Abrió el diario con temor. Tenía mucha curiosidad, pero le aterraba lo que podría estar escrito. En el instante que leyó las primeras palabras se arrepintió de haber empezado. Lo cerró de golpe y volvió a dejarlo en su escondrijo. No sabía cuanto tiempo tendría esas imágenes presentes en sus pesadillas.
Un microtrance es un viaje, un momento. Una bocanada de inspiración. Una pequeña historia que sale de su escondite y muestra un poco de mi alma. Si te atreves, estás invitado a leerlos.