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Mostrando entradas de julio, 2016

Las Voces

Hace mucho que no las oía; creí que se habían ido para siempre, ¡qué iluso! Ahora han vuelto, hablan mucho mas alto y a veces no entiendo lo que me dicen.

Olvidado

A veces me olvido de que tengo que recordarte. A veces me olvido de lo que te quise. A veces me olvido de que me dejaste. Y me confundo. Me confundo porque ya no recuerdo como antes. Me confundo y no me doy cuenta. Y sin darme cuenta ya no estoy en ninguna parte.

La Escalera

"Ya casi estoy" se dijo en voz alta para animarse. "Éste debe de ser ya el último tramo". Desde otra perspectiva, Escher se reía al verle subir por su escalera.

El Cuco

"Tic, tac, tic" murmuraba el reloj intentando aparentar normalidad ,"tac, tic, tac" repetía, "tic, tac, tic", canturreaba. Era una oración que multiplicaba sus salmos hasta la locura. "Tac, tic, tac", nervioso, asustado. Su miedo provenía en que pasaría cuando alguien se percatara de que el cuco llevaba ya varios días muerto en su interior.

Malas Ofertas

"Todo incluido" rezaba la oferta. Sin ninguna duda lo prometido era mentira.

Haciendo Algo

Imagina lo que podría pasar si el tiempo y el ingenio que empleas simulando hacer algo mientras no haces nadas, lo usaras para hacer realmente algo.

Súcubo

La súcubo no sabía distinguir entre el bien y el mal. Es por eso por lo que de vez en cuando irritaba a su amo con un par de buenas acciones.

Mal

El agente sujetaba con fuerza su arma mientras aguardaba el momento oportuno para entrar en el edificio. El corazón le palpitaba en la cabeza tan fuerte que era prácticamente lo único que escuchaba. De pronto vio como su compañero le hacia una seña, y sin pensárselo dos veces derribó la puerta de una patada. El subidón de adrenalina fue tan intenso que no le permitió percatarse de que algo iba mal: Mientras encañonaba a las figuras de ojos vacíos, a su espalda una presencia cruel, hostil y primigenia se relamía pensando en el exquisito momento que estaba a punto de disfrutar.

Aburrimiento

Miró incrédula el reloj, le dio un par de golpecitos con el dedo a la esfera en un vano intento de que el minutero girara más rápido. En ese momento se abandonó en el hastío y se perdió en un bostezo.

Tiempo

¡Qué despacio pasa el tiempo cuando lo único que quieres es que pase deprisa!

Felicidad

Era feliz sólo con pensarlo. No necesitaba nada ni a nadie. Un día alguien le susurró que vivía en una mentira. Ese día hubo un cambio drástico en su mundo: empezó a ignorar los susurros de los idiotas.

Jugueteando

El niño siempre había estado enfermo. No recordaba ni un sólo día sin que no le carcomiera las entrañas la sombra que lo rodeaba. Pero no estaba asustado, el niño era valiente. Tanto que cada noche jugaba a las cartas con la muerte, y así cuando iba a dormirse, sonreía tranquilo. No por saber que iba a despertar al día siguiente, si no porque cuando no lo hiciera, la muerte le debería muchos favores.

Gemelas

"Son iguales" les decía la gente, "como dos gotas de agua". La necesitad de ser única, le hizo ahogar a su hermana.

La Foto

Volvió a mirar por el visor de la cámara por enésima vez para cerciorarse de que todo estaba perfecto: la luz de los focos, el perfil de la modelo, la disposición de los objetos en la escena. Satisfecho presionó el disparador, y la imagen que apareció en la pantalla la devolvió a la vida y la hizo inmortal para siempre.

El Salto

Desplegó sus alas y sintió el tremendo poder que poseía. La brisa de los últimos días de primavera le acarició las mejillas, instándole a reunir todo el valor que necesitaba. Miró hacia abajo, y se preparó para el salto. Ya nada podía pararle. Su hora había llegado.

La Margarita

"Sólo es una maldita flor" pensó mientras tiraba la margarita con los pétalos arrancados. "No significa que no me quiera" se consoló. Cuando se hubo alejado lo suficiente, en el suelo, lo que quedaba de la flor lloró en su agonía: Había sido sacrificada para compartir su secreto, y pese a que se le había arrebatado la vida, ella no se lo creía.

El Dibujo

Agarró con sus diminutas manitas tantos lápices de colores como pudo y los esparció por el suelo alrededor de la hoja en blanco. Se dejó caer al lado y, sin pensarlo demasiado, comenzó a dibujar garabatos sobre el papel. Una vez estuvo satisfecho con el resultado, se levantó y fue corriendo con el dibujo en busca de la aprobación de su madre que estaba en el salón mirando un programa de televisión. Sin prestarle demasiada atención a su hijo, y sin ni tan siquiera mirar el dibujo, balbuceó un par de palabras de conveniencia, y siguió a lo suyo. El niño desilusionado dejo caer el dibujo al suelo, y se sentó con su madre a ver la tele.

Deshacer

Por mucho que pulsara 'ctrl+z', ella no volvería.

La Otra Vida

Esperaba ansioso mirando fijamente la pantalla de carga del juego. Cuando la barra llegó al cien por cien, comenzó de nuevo con su vida.

Susurros

Háblame bajito, en susurros, para que lo único que me importe sea escucharte.

Siempre Joven

"La noche es joven" le dijeron, y élla, ansiando la inmortalidad, ya no volvió a ver la luz del día.

Zombie

Cada noche fantaseaba con la cantidad de cosas maravillosas que le podrían pasar al día siguiente. Imaginaba situaciones, conversaciones, encuentros casuales. Tal era su excitación ante esos posibles hechos, que tardaba horas en conciliar el sueño, y en muchas ocasiones se descubría ya entrada la mañana sin haber pegado ojo. Cuando se levantaba no tenía fuerzas, y durante el día solo quería volver a casa y echarse a dormir.

Ignorante

El día que se enteró, no sabía que ya era demasiado tarde.

A veces eres tan tú, que no te soporto.

La Llorona

Una tras otra las frías gotas impactaban ferozmente en su piel de porcelana y resbalaban dejando surcos que se confundían con los de sus lágrimas.

Rollos de Verano

El tiempo pasa mas rápido cuando flotas en la piscina. Juraría que antes de entrar mi piel era suave y tersa, y ahora mis manos están arrugadas como pasas. Pero ¿y lo reconfortante que es envejecer en el agua fresquita?

Abandonado

Le costaba mucho respirar, y cuando lo conseguía, el aire sofocante abrasaba sus maltrechos pulmones. Tenía sed, se había magullado el cuello al intentar alcanzar el bebedero, pero su esfuerzo había sido en vano: estaba vacío. No podía apartar la vista de la puerta, su dueño podría aparecer en cualquier momento para liberarle de esa tortura. El sol, en lo más alto del cielo, le quemaba la piel, el cuerpo le picaba tanto que ya no le importaba el dolor intenso que le producía rascarse. Se sentía solo y muy cansado. Se tumbó de lado, aprovechando la escasa sombra que le brindaba la corta cadena con la que estaba atado. Antes de cerrar los ojos, volvió a echar un vistazo a la puerta, después se abandonó, si saber que su dueño hacía semanas que había decidido ese destino.

Recuerdos

Y cuando volvió la luz, el mundo ya no era como lo recordaba.

Pantallazo

Tecleaba compulsivamente como si sus ideas, claras en su mente, fueran a esfumarse en cualquier momento. Los comandos, las variables, los algoritmos: todo encajaba como un puzle perfecto.  De pronto la pantalla se congeló y su corazón dio un vuelco. Entonces un interrogante machacó su brillante cabeza: "¿Hacía cuanto que no guardaba?"

Diez Minutos

Cuando la conciencia llegó a mí, comencé una absurda lucha contra los rayos de luz que se colaban por la ventana. Sabiendo que era incapaz de ganar, saqué la mano fuera del confort de las sábanas y a tientas agarré el maldito cacharro de plástico; con los ojos apenas abiertos miré los números luminosos y parpadeantes. Acto seguido lo abracé y me di media vuelta en la cama mientras feliz pensaba "Aún me queda diez minutos".