Encontró el viejo libro dentro de un baúl en el desván abandonado.
Nunca había visto nada parecido. No tenía título. La portada de piel estaba decorada por preciosas filigranas doradas.
Lo abrió con cuidado y se maravilló por la cuidada caligrafía con la que estaba escrito. Eligió un párrafo cualquiera y leyó en voz alta.
En la otra punta de la buhardilla, el gólem abrió los ojos.
Nunca había visto nada parecido. No tenía título. La portada de piel estaba decorada por preciosas filigranas doradas.
Lo abrió con cuidado y se maravilló por la cuidada caligrafía con la que estaba escrito. Eligió un párrafo cualquiera y leyó en voz alta.
En la otra punta de la buhardilla, el gólem abrió los ojos.
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