
—Odio la Navidad: el árbol del bazar chino, las cenas familiares en las que nos atiborramos como cerdos, el asqueroso turrón duro, los villancicos cutres, la lotería que nunca toca, el aguinaldo que sirve para ver lo rata que es el jefe, las postales en las que deseas lo mejor a gente que te la resopla...¿Y lo peor? Este feo traje rojo… y lo que pica esta barba… ¡Eh!... ¿Pero qué hacen?... ¡No me toquen!... ¡Maldita sea!... ¡¡He dicho que no se les ocurra tocarme!!
Hicieron falta tres guardias de seguridad para reducirlo. Apestaba a alcohol ¿cómo era posible que nadie se hubiese dado cuenta de ese detalle?
Los niños lloraban desconsolados, hubo que explicarles que se llevaban a Papá Noel porqué estaba enfermo e hizo falta todo un cargamento de golosinas para que sus elfos consiguieran calmarlos.
Ese año el centro comercial se iba a llevar unas cuantas demandas.
Hicieron falta tres guardias de seguridad para reducirlo. Apestaba a alcohol ¿cómo era posible que nadie se hubiese dado cuenta de ese detalle?
Los niños lloraban desconsolados, hubo que explicarles que se llevaban a Papá Noel porqué estaba enfermo e hizo falta todo un cargamento de golosinas para que sus elfos consiguieran calmarlos.
Ese año el centro comercial se iba a llevar unas cuantas demandas.
Relato finalista del #AdvientoLiterup2018 plataforma Literup día 21/12
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