—Yo tampoco —le contestó.
De pronto las luces empezaron a parpadear más rápido y la música subió el volumen.
—Esto es brutal —gritó a su amiga para que la oyera por encima de la música...
Un microtrance es un viaje, un momento. Una bocanada de inspiración. Una pequeña historia que sale de su escondite y muestra un poco de mi alma. Si te atreves, estás invitado a leerlos.
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