Tecleaba compulsivamente como si sus ideas, claras en su mente, fueran a esfumarse en cualquier momento. Los comandos, las variables, los algoritmos: todo encajaba como un puzle perfecto.
De pronto la pantalla se congeló y su corazón dio un vuelco. Entonces un interrogante machacó su brillante cabeza: "¿Hacía cuanto que no guardaba?"
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